
Edición de uno de los textos más sagrados de judaísmo, el Mishná.
El Mishná es una compilación inmensa de las tradiciones orales sobre las leyes judías. Estas tradiciones y comentarios orales sobre todos los aspectos de la vida judía desde los tiempos de Moisés, fueron transcriptos por primera vez hacia fines del segundo siglo después de Cristo, por el rabino Judah Ha-Nasi, o Judah El Príncipe. A través de los siglos otros rabinos famosos agregaron sus comentarios. La edición que vemos acá dista mucho de ser completa. El Mishná consiste de seis volúmenes de los cuales tenemos aquí solamente una parte del sexto, el Tohorot, que trata de temas de pureza e impureza. La edición de la cual este ejemplar es una parte, fue publicada hacia fines del Siglo XIX, pero su publicación original data del Siglo XV y fue realizada por el rabino Obadia ben Avram de Bertinoro(1445 – 1515), quien vivía en Emilia-Romagna. A su vez, dicha versión se basó en comentarios de otros reconocidos rabinos del pasado, en particular Shlomo ben Yitzhak (1040 – 1105) y Moisés ben Maimon (1135 – 1204). Esta edición publicada en el Siglo XIX tiene el hebreo original en la parte superior de la página y la traducción en yiddish en la parte inferior.
El libro fue donado al museo de la calle Nueva York alrededor del año 2000 por alguien cuyo nombre no conocemos. Esto hace que su historia sea difícil de reconstruir con precisión, pero parece probable que fuera originalmente propiedad de una los muchos inmigrantes judíos que vinieron a Berisso en las primeras décadas del siglo pasado y se instalaron alrededor de la calle Nueva York para trabajar en los frigoríficos o como propietarios de negocios. Sabemos que durante varias décadas los judíos de Berisso usaron un salón en la calle Río de Janeiro como sinagoga para celebrar las fiestas más solemnes del calendario religioso y para los servicios fúnebres. También resulta significativo el hecho de que este tomo reúne sólo algunos de los textos que tratan de la pureza, especialmente aquellos dedicados a la preparación de comida y la matanza de animales. El dueño parece haber arrancado las secciones del volumen que más le interesaron, mandándolas a encuadernar. Si así fuera, es posible pensar que el libro fue propiedad de un carnicero judío que practicaba su oficio en la calle Nueva York y que estaba urgido por conocer las reglas kosher. El hecho de que el libro contenga una traducción en yiddish también parece indicar que el texto tenía un uso principalmente práctico y que su dueño hablaba y leía solo yiddish como la mayoría de los inmigrantes judíos pobres.